El tecnoestrés puede definirse como factores de riesgo psicológico en la adaptación al uso de tecnologías digitales. En el II Congreso en Salud Mental Digital abordamos el tema «Tecnoestrés ¿Debemos preocuparnos?» enmarcado en la situación causada por la pandemia COVID-19. Las medidas de distanciamiento y confinamiento, abocan a la sociedad a un uso intensivo de tecnologías, sin un marco ni formación. ¿Qué abordaremos?
Tecnología(s)
La inmersión tecnológica a nivel mundial alcanza al 60% de la población mundial (1, 2), y se ha experimentado un auge en la accesibilidad a dispositivos y conexión desde el ámbito urbano a rural. El sector privado marca la pauta, y empresas cuya cara más visible son las redes sociales superan en alcance de número de poblaciona que forma parte, a estados (3). Salvo algunas noticias respecto a la influencia de redes en procesos electorales, o control de información, aun desconocidos los alcances de las tecnologías digitales en la gestión de todos los ámbitos de nuestra vida social – laboral.
¿Debemos preocuparnos?
La pandemia covid19 es parte de la historia del S. XXI, y marca definitivamente el deber estar conectado. Teletrabajo, educación en línea en todas las edades, se ha ¿normalizado?. La creación de un marco legal por parte de organismos de gobierno es laxa, deja la iniciativa en manos del sector privado, siendo proveedoras de servicios de internet y apps. Incluso cuestiones de carácter político, como por ejemplo gran parte del debate y comunicación, se da en redes sociales (twitter) que excluyen a quienes no están participando de tener mayor información.
El simple hecho de tener una cuenta de correo electrónico no es un derecho, es un deber para recibir comunicados oficiales así como disponer de un dispositivo inteligente va dejando de ser opcional, debemos tenerlo para trámites necesarios. Ante esta situación, debemos preocuparnos cuando se exige el contratar un servicio de internet y las herramientas necesarias para conectarnos. El ajuste al uso de tecnologías, sobre las cuales no tenemos formación acerca de su uso, es una fuente de estrés.
En segundo lugar, debemos preocuparnos porque ante la falta de un marco digital, miles de personas afrontan la obligación de usar un sistema para teletrabajo, así como otro sistema diferente de formación en línea, y en caso de familia que hij@s deban usar uno completamente diferente. La falta de control ante la obligatoriedad de gestionar dispositivos y medios digitales, puede generar una sensación de indefensión que genere el comentado tecnoestrés-
Súmele las apps que cada banco, compañía de servicios o productos recomienda o condiciona instalar.
Tecnoestrés. Pautas para prevenir.
La presión a la que puede someterse si acepta trabajar en diferentes plataformas, formar parte de redes sociales y, entre otras, ser parte de grupos de mensajería (whatsapp, telegram, etc), puede resultar difícilmente saludable por la sobreexposición a estímulos y requerimientos.
El primer paso para prevenir el tecnoestrés radica en comprender hasta qué punto debemos «estar» usando diferentes webs / plataformas, y racionalizar el uso de herramientas (smartphone, tablet, portátil, etc). Así como delimitar las identidades (mails, perfil usuario en redes) que generamos y dejan huella digital. Desarrollar un mapa de nuestra presencia en internet aporta visibilidad a un medio que puede exigirnos una atención desmedida.
El segundo paso obliga a crear una cultura digital, no podemos desentendernos de las exigencias comentadas. Cada gobierno, cada empresa, ante la falta de un referente adopta la tecnología que considera apropiada según su conocimiento. No integra, ni comprende, a cuantas más está expuesta la persona y el efecto que produce: El tecnoestrés, que afecta a la salud y perjudica el desempeño social.
El tecnoestrés no es consecuencia de una acción individual exclusivamente por falta de adaptación, actualmente supone el equivalente a dar coches a la ciudadanía sin reglas básicas de conducción que organicen el espacio, en este caso digital. Para ello diseñamos una formación orientada tanto a personas individuales como clientes organizacionales que quierantener un marco y herramientas para prevenir e intervenir ante el estrés como respuesta ante la inmersión en tecnologías digitales.
Inscripción
Tecnoestrés ¿Debemos preocuparnos? se presenta en el II Congreso en Salud Mental Digital como taller seminario. Inscripciones: