En este post, elaborado por Carolina Díaz Ruiz, queremos compartir una reciente revisión narrativa acerca de la mSalud, también conocida como salud por dispositivos móviles.
En el artículo «mHealth in affective disorders: hype or hope? A focused narrative review» (La mSalud en los trastornos afectivos: ¿exageración o esperanza?) se aborda este tema. Sus autores Diego Hidalgo-Mazzei, Cristian Llach y Eduard Vieta, dialogan sobre el uso, validez y eficacia de las herramientas de mSalud en los trastornos afectivos.
Como se expone en el artículo, el constante crecimiento y la disponibilidad de tecnologías móviles abre las puertas a explorar el potencial de la salud móvil para reunir información de manera pasiva (generadas automáticamente por el uso del dispositivo) y activa (a través de cuestionarios en tiempo y condiciones reales) que podrían dar lugar a tener detalles continuos y más precisos de la evolución de los trastornos afectivos así como la respuesta a tratamientos.
Al mismo tiempo, los avances tecnológicos nos proporcionan la posibilidad de intervenciones rentables y adaptadas a las necesidades de cada persona. Por ejemplo, permite a las personas con trastornos del estado de ánimo, llevar un seguimiento de la toma de medicamentos, sus cambios de ánimo y sus patrones de sueño que pueden utilizarse para adaptar y ofrecer intervenciones específicas en el contexto del tratamiento
Sin embargo, a pesar de algunos resultados alentadores, la investigación en este campo no se ha convertido, todavía, en una realidad. Hace falta continuar con la investigación para desarrollar herramientas de mSalud basadas en la evidencia para las personas que sufren trastornos del estado de ánimo. Sobretodo, si tomamos en cuenta que las herramientas existentes tienen un corte mucho más comercial y no han pasado por procesos de validez científica.
La propuesta del artículo:
Después de llevar a cabo una búsqueda exhaustiva de ensayos clínicos, los autores plantean que la utilización de estas nuevas herramientas de mSalud debe ser valorada en cada caso particular en base a la evidencia y considerando el riesgo-beneficio en el contexto clínico. A no ser, por supuesto, que tengamos pruebas convincentes para apoyar una recomendación.
El artículo propone además, replantear la manera en que se estudia y mide la validez de las herramientas de salud mental online. Ya que, si bien se han logrado avances significativos, el uso de los mismos diseños empleados para probar medicamentos y tratamientos psicológicos presenciales, podrían subestimar el potencial de la salud mental online. Ya que dado, el potencial demostrado por la evidencia disponible a día de hoy, las aplicaciones y dispositivos inteligentes tienen el potencial de ser herramientas costo-efectivas para extender y mejorar las intervenciones terapéuticas, la calidad de vida y el bienestar de las personas.
Aquí puedes encontrar el artículo mHealth in affective disorders: hype or hope? A focused narrative review.