Formar en Bienestar Digital como una competencia a desarrollar. Aprovechando el interesante artículo de Liz Hilton Segel, asociada senior en McKinsey, The capability-building imperative: Make ‘purposeful investments’ in people, compartimos unas reflexiones.

En el artículo se propone reenfocar  los programas de construcción de capacidades en los equipos de trabajo. Entre las habilidades blandas, de adaptación al cambio, creatividad, realiza un importante apunte, el desarrollar la competencia de bienestar en un entorno cada vez más condicionado por el uso de tecnologías conectadas, y en contextos inciertos que requieren un mayor cuidado personal para enfocar retos.

Bienestar Digital

El actual momento acelerado por la pandemia, hemos estado inmersos en una interacción online más acentuada y de continuo. El territorio digital está activo 24 horas / 7 días por semana, lo cual puede causar una elevada dependencia y desconexión de nuestra realidad y quienes nos rodean así como un exceso de información.

Para obtener un adecuado provecho de las ventajas que ofrece la digitalización, así como de la normalización en nuestras vidas de tener que estar en conexión, debemos adquirir la competencia de saber gestionar nuestra relación con dispositivos y los procesos de comunicación. La amenaza del tecnoestrés, el no sentirnos competentes lidiando con programas y el acceso a información por encima de nuestras capacidades, requiere una labor de planificación.

Las relaciones en el contexto de oficina, bien mediadas por estructuras, jerarquías y procesos, permiten un contacto verbal y no verbal que puede facilitar el sentir respaldo. La cultura organizacional y la medición del clima laboral, han facilitado canalizar aspectos que inciden en el bienestar. Al pasar gran parte de nuestra actividad al contexto digital, debemos como organizaciones facilitar protocolos, evaluar nuevos canales y facilitar el compartir emociones y saber canalizar cómo dar un apoyo.

El bienestar digital como competencia, constituye un imperativo que incide en el ámbito personal y profesional. Exige habilidad de focalizar atención, organizar información desde múltiples canales y marcar pausas. Un error actual, es ante problemas en salud mental, o malestar, recomendar aplicaciones en meditación. Este hecho da a entender que la persona es la responsable de sentirse mejor, cuando el bienestar se genera en el contexto individuo – sociedad. Y ante el actual momento de inmersión digital, reconsiderando el cómo estamos gestionando esta transición. No es exclusiva del contexto propiciado por el covid, sino de cambio de modelo social.

Aunque la atención se ha centrado en las empresas forzadas al teletrabajo, una nueva generación se está criando digital haciendo uso principalmente de redes sociales. Compartiendo estados y aprendiendo a manifestar emociones, brindar soporte y compartir inquietudes. Las empresas, como espacios en los cuales dedicamos gran parte de nuestra vida, deben integrar estas sinergias favorecer que el bienestar sea un objetivo común, y favorecer el desarrollo de espacios apropiados.

Establecer un marco base, indicadores y factores que pueden favorecer un espacio en el cual alinear nuestras clásicas competencias para el trabajo, con un sentido de conexión. El salario emocional en esta nueva era digital, debe profundizar en conectar con las necesidades que tenemos, y abrir espacio a un mayor compromiso entre personas.

En este sentido, el artículo de Liz Hilton Segel entra en mayor medida sobre cómo replantear las formaciones, y la repercusión en el resultado como empresa. Repensar qué necesita aprenderse, cómo y con el foco puesto en potenciar a profesionales con quienes trabajamos, requiere ver a la fuerza laboral como el fin y no el medio para conseguir el pleno desarrollo de la empresa.

En la situación actual, respondiendo a las oportunidades que presenta el contexto digital, diseñamos un programa de análisis profesional, complementando la labor individual realizamos un diagnóstico del proceso seguido por cada empresa para implementar tecnologías digitales en sus grupos de interés internos y externos.

Recursos Bienestar Digital

Les recomendamos su lectura, y acompáñennos en esta serie de post que iniciamos sobre la transformación del trabajo y el auge del bienestar como meta indispensable para aumentar el valor de las empresas.

Capability building: Making ‘purposeful investments’ in people | McKinsey

¿Le interesa qué acciones proponen? Lea: The priority for workplaces in the new normal? Wellbeing 

En Cibersalud abordamos la importancia de la Alfabetización Digital. Formamos para atender a la gestión de tecnologías en ámbito personal y profesional.

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